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Cada mes de enero, el Papa saluda a los embajadores acreditados ante la Santa Sede y pronuncia un discurso en el que hace balance de los últimos doce meses en la escena internacional y pone en perspectiva los retos del año entrante.
Como defensor del multilateralismo, el Papa Francisco denunció los efectos nocivos de una forma de “colonización ideológica” en los organismos internacionales. En particular, apuntó a ideologías como la “teoría de género” y pidió a la comunidad internacional que prohíba la maternidad subrogada en nombre del respeto a la vida humana.
El Pontífice está “en línea con la posición adoptada por un gran número de países” de todo el mundo sobre esta cuestión, señaló un embajador de un Estado miembro de la Unión Europea. Es “una constante en sus discursos”, señaló otro diplomático del Viejo Continente. “Pero el hecho de que nos lo recuerde es un dato”, apunta. De hecho, no es la primera vez que el Papa condena la maternidad subrogada. En junio de 2022, lo denunció como una “práctica inhumana y cada vez más extendida”, afirmando que equivalía a la explotación de mujeres “casi siempre pobres” y trataba a los niños “como mercancías”.
Un documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
El cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, anunció esta semana que su dicasterio estaba preparando un documento que ofrecería “una severa crítica” a las cuestiones morales que plantean “la reasignación de sexo, la maternidad subrogada y las ideologías de género”.
Dirigiéndose a los embajadores, el Papa criticó la “persistente difusión de una cultura de la muerte que, en nombre de una falsa piedad, rechaza a los niños, los ancianos y los enfermos”. Dirigiéndose en particular a Occidente, atacó la teoría de género, calificándola de “muy peligrosa porque borra las diferencias en la pretensión de hacer a todos iguales”.
La respuesta de los embajadores
En la sala de las bendiciones, algunos diplomáticos africanos apreciaron la denuncia del Papa de la colonización ideológica. Un embajador del África francófona consideró que la condena del Papa al colonialismo ideológico y a los vientres de alquiler fueron “puntos clave del discurso”. El Papa, dijo, se había atrevido a utilizar “términos que son casi tabú” en la diplomacia actual. Celebró la advertencia del Pontífice contra la presión de los grupos de presión que tienden a dividir a la comunidad internacional en “clubes”, afirmando que se trata de un “riesgo real”.
Un diplomático europeo, situando los comentarios del Papa en el contexto de la publicación antes de Navidad de la declaración Fiducia supplicans, señaló sin embargo una “pequeña contradicción” por parte de la Santa Sede.
“Las Iglesias de África consideran que las cuestiones relacionadas con la homosexualidad son fruto del neocolonialismo. Y la reciente declaración doctrinal de Roma autorizando la bendición de parejas homosexuales puede ser percibida como tal por los africanos. Así que se puede tener la impresión de que el Papa está en contradicción con sus propias declaraciones en este asunto”, analiza.