El cristiano tiene un objetivo en la vida. Es el más importante y no tiene nada que ver con el éxito económico, sino con el espiritual, pues para lograrlo debe aprender a renunciar a situaciones, gustos, tentaciones y hasta a personas. Ese objetivo es la santidad; y por ella, millones de hombres y mujeres de todos las épocas y edades han dado su vida.
El Catecismo de la Iglesia católica dice que:
“Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad” (LG 40). Todos son llamados a la santidad: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 48) (CEC 2013).
Y agrega que:
“Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo […] para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán siguiendo las huellas de Cristo, haciéndose conformes a su imagen y siendo obedientes en todo a la voluntad del Padre. De esta manera, la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como lo muestra claramente en la historia de la Iglesia la vida de los santos” (LG 40) (CEC 2013).
¿Qué dicen los santos?
Cada hombre y mujer que ha llegado a los altares tuvo su propia experiencia, pero concordaban en que el único camino seguro era ser como Jesús, el Señor. ¿Qué nos dicen al respecto?
1
San Pablo de Tarso
Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor (Hb 12, 14).
2
San Pedro, primer papa
Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con lo que está escrito: sean santos, porque yo soy santo (1Pe 1, 15-16).
3
San Alfonso María de Ligorio
Un gran deseo de ser santo es el primer peldaño para llegar a serlo; y al deseo se ha de unir una firme resolución.
4
Santa Teresa de Calcuta
La santidad es el mayor regalo que Dios puede hacernos porque para eso nos creó.
5
Santo Tomás de Aquino
La santidad no consiste en saber mucho ni en mucho meditar; la santidad es un secreto: el secreto de mucho amar.
6
San Francisco de Sales
La santidad se encuentra en el camino que nos abre cada uno de nuestros días, en que se ofrecen a nosotros, con atractivo desigual, los deberes de nuestra vida cotidiana.
7
Santa Teresita del Niño Jesús
En lugar de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad.
8
Santa Margarita María Alacoque
Basta amar al Santo de los Santos, para llegar a ser santos.
9
San Juan Bosco
La santidad consiste en estar siempre alegres.
10
San Felipe Neri
El verdadero camino para avanzar en las santas virtudes es perseverar en una santa alegría.