“Así que no nos desanimemos si, a veces, la cumbre de la vida cristiana parece demasiado alta y el camino demasiado empinado”, exhortó el Papa Francisco durante el Ángelus del 27 de agosto de 2023. Invitó a cultivar la esperanza mirando a Jesús, no como una “figura histórica”, sino como aquel que “camina a nuestro lado” cada día.
Ante varios miles de peregrinos y visitantes congregados en una calurosa plaza de San Pedro, el Pontífice retomó el Evangelio del día, en el que Cristo pregunta a los discípulos quién creen que es. San Pedro respondió: “Cristo, el Hijo de Dios vivo”.
Esta respuesta, subrayó el Papa, es iluminadora, porque Dios se presenta como Cristo, “es decir, el Mesías, el esperado en el presente”. No es “un héroe muerto, sino el Hijo de Dios vivo, hecho hombre y venido para compartir las alegrías y las penas de nuestro camino”, prosiguió.
Por ello, el Pontífice invitó a mirar a “Jesús que camina a nuestro lado, que acoge nuestras fragilidades, comparte nuestros esfuerzos y pone su brazo firme y suave sobre nuestros hombros débiles”. Fortalecidos por esta presencia, nos animó a “tendernos la mano unos a otros”, conscientes de que “con Jesús, lo que parece imposible por nosotros mismos, ¡ya no lo es!”.
Llamamiento por Grecia y Ucrania
Al final del Ángelus, el Papa ofreció sus oraciones por las víctimas de los incendios que han asolado el noreste de Grecia en los últimos días. También invitó una vez más a los cristianos a estar cerca “del pueblo ucraniano, que sufre a causa de la guerra”.
Numerosos incendios han asolado Grecia en los últimos días, sobre todo en la región que rodea la capital, Atenas, y cerca de la frontera turca, en el noreste. En esta última región, 60 mil hectáreas se han convertido en humo, y 18 personas han muerto hasta el momento.
Este verano han proliferado los incendios en Grecia, favorecidos por un calor que a menudo supera la media estacional. En su discurso, el Papa expresó también su solidaridad con el pueblo griego.
