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Un hermano, primo o amigo soltero ocupa un lugar especial. Un lugar que a veces es difícil de asumir cuando tus amigos se casan o forman una familia. ¿Fatiga, miedo, desánimo? No siempre es fácil convivir con la soltería, y no siempre es fácil para tus allegados estar en contacto con los pensamientos y preocupaciones de los solteros.
¡Por falta de tiempo, empatía o tacto! De hecho, estar presente sin dejar de ser sensible exige ajustar las palabras: ¿qué frases hay que evitar?, ¿cómo interesarse por la situación sin dejar de ser comprensivo? Aleteia Francia entrevistó a varios solteros y estas fueron sus respuestas.
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“OCURRE CUANDO MENOS TE LO ESPERAS”
Una frase incómoda, destinada a tranquilizar, pero que insidiosamente puede hacerte sentir culpable. ¿Es culpa del soltero por pensar demasiado y no encontrar a la persona adecuada? Félix, profesor de 40 años, se ríe: “Cuando me dicen: ‘No te preocupes, el Señor te está preparando a alguien bueno’, me dan ganas de responder que, dado el tiempo que se está tomando, ¡esa persona estará realmente en la cima de la Creación!
Porque detrás del misterio de este tiempo de celibato se esconde una soledad que hay que intentar habitar, más que explicar. “En lugar de seguir consejos del tipo ‘no pienses en ello, llegará solo’, espero que mis allegados me den la señal para salir, descubrir y atreverme”, explica Héloïse, de 39 años.
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“¿TE IMPORTARÍA Compartir CON TU SOBRINO?”
La habitación más pequeña, o compartida con un sobrino o sobrina, un programa basado en el de los hogares con niños… A menudo se relega a los solteros al peor lugar, con el pretexto de que están solos y son más flexibles.
“El verano pasado, por primera vez -cuenta Violaine, marsellesa de 35 años- mi hermana me preparó la habitación y me preguntó de antemano qué me apetecía comer. Me emocionó mucho”. Marie-Liesse Malbrancke, coach de relaciones y fundadora de l’aventure Sésame, está de acuerdo: “Tenemos que cuidar a nuestros seres queridos solteros, ¡porque nadie los mima a diario!”
3
“¡SIN EMBARGO LO TIENES TODO!”
“Imagino que esta frase pretende tranquilizar o mejorar”, dice Héloïse. Pero, en realidad, es clavar donde ya duele. Y luego está su contrapartida: “Debes esforzarte, trabajar en ti mismo”.
¿Sirven de algo estos consejos? “En absoluto”, responde Héloïse, “¡sólo te hacen sentir culpable!” Pierre, de 43 años, se casa pronto y recuerda: “Me dijeron que hiciera deporte y adelgazara para encontrar a alguien. Fue muy duro oírlo”.
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“¡DISFRÚTALO!”
Ser soltera significa más tiempo, más flexibilidad y más libertad. Sin embargo, confiesa Héloïse, “cuando la gente me dice que lo aproveche, me dan ganas de responder que no quiero aprovecharlo. Lo que más deseo es casarme y formar una familia”.
5
“PUEDE QUE SEAS DEMASIADO EXIGENTE”
“Este comentario es quizá el más común y el más difícil de escuchar -dice Héloïse- porque una sola persona ya tiene mil preguntas. Se trata de ordenar los propios criterios, miedos e idealizaciones”.
“Nos preguntamos constantemente qué es lo realmente importante, si deberíamos ser más flexibles, más abiertos”, confirma Violaine. ¿Qué es lo que realmente ayuda? “Poder hablar abiertamente con las personas cercanas, casadas o no. Las historias son todas individuales, pero pueden arrojar luz sobre nuestras preguntas”.
Siempre me conmueven las personas cercanas que se atreven a abordar este tema. Así que trato de ignorar cualquier incomodidad que puedan tener, y sólo veo su deseo de saber de mí”
¿Cómo dar la noticia con suavidad? Marie-Liesse sugiere: “Sé un buen oyente y no intentes buscar soluciones. Sobre el tema del celibato en sí, puedes simplemente abrir una puerta: ‘Si quieres hablar de tu vida afectiva, que sepas que estoy aquí para escucharte'”. Violaine, por su parte, opta por ver la sensibilidad que hay detrás de las preguntas: “Siempre me conmueven las personas cercanas que se atreven a abordar este tema. Así que intento ignorar cualquier incomodidad que puedan tener, y sólo veo su deseo de escucharme”. Y si no sabes cómo hacerlo, ¡siempre queda el poder de la oración!