Aunque había cancelado sus citas por síntomas gripales desde el pasado sábado, el Papa Francisco reanudó sus audiencias en el Vaticano el jueves 29 de febrero de 2024, informó esta madrugada la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Según su agenda oficial, el Pontífice, de 87 años, mantuvo cuatro encuentros -sin discursos- al día siguiente de un breve chequeo en el hospital.
Esta mañana, el Papa recibió al cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; al padre Andrzej Komorowski, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro; al Patriarca de Lisboa, el arzobispo Rui Manuel Sousa Valério; y a una quincena de obispos de la región italiana de Emilia-Romaña en visita “ad limina”.
Ayer, miércoles 28 de febrero, el Papa Francisco presidió la audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI, confesando a la multitud que estaba “resfriado”. Con la voz ronca, renunció a leer la catequesis que debía pronunciar durante la audiencia. Tampoco leyó el discurso que tenía previsto pronunciar ante los miembros del Sínodo de la Iglesia católica armenia.
Al final de la mañana, la Santa Sede anunció que había acudido al hospital “Fatebenefratelli Isola Tiberina – Gemelli Isola” de Roma, “para someterse a controles”, antes de regresar al Vaticano. Según La Stampa, el Pontífice argentino acudió al hospital para asegurarse de que no padecía una neumonía. Según Reuters, se le practicó un TAC.
Poco después de esta breve hospitalización, la Santa Sede confirmó un encuentro con el canciller alemán, Olaf Scholz, el sábado 2 de marzo, señal de que el jefe de la Iglesia católica tenía intención de reanudar sus audiencias. El 29 de febrero, la Oficina de Prensa publicó el calendario de las celebraciones que el 266º Papa presidirá durante la Semana Santa -el acontecimiento litúrgico más importante del año-, del 24 al 31 de marzo.
El 25 de noviembre del año pasado, aquejado de una bronquitis aguda, el Papa acudió al hospital Gemelli para someterse a un examen pulmonar y descartar el riesgo de complicaciones. Durante este episodio, el Papa estuvo visiblemente debilitado, hasta el punto de tener que cancelar -en el último momento- su viaje previsto a Dubai para la COP28 (1-3 de diciembre). De nuevo en enero, el Papa confesó que sufría un ligero caso de bronquitis, cuando recibió a los comulgantes de la Iglesia de Francia.
