Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 03 mayo |
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

¿Qué hacer para entrar en un convento de clausura?

Diseno-sin-titulo-5.jpg

Julian Kumar | Godong

Matilde Latorre - publicado el 08/09/23

Muchas mujeres sienten el llamado a esta vocación y se preguntan cómo pueden saber si es la voluntad de Dios y qué pasos deben seguir para ingresar en un convento de clausura. Te lo contamos a continuación

La vida contemplativa es una forma de consagración a Dios que implica aislarse del mundo exterior para dedicarse plenamente a la oración y penitencia. Estos son los pasos que deben seguirse.

1Discernir la vocación

shutterstock_661846456.jpg
En oración.

El primer paso es discernir la vocación; es decir, escuchar la voz de Dios en el corazón y buscar su voluntad. Para ello, se recomienda:

  • Orar con frecuencia y profundidad, pidiendo la luz y la gracia del Espíritu Santo.
  • Acudir al sacramento de la reconciliación y a la eucaristía con asiduidad y devoción.
  • Buscar el acompañamiento espiritual de un sacerdote, un religioso o religiosa que pueda orientar y aconsejar.
  • Visitar algún monasterio o convento de clausura y conocer a las monjas que viven allí, su carisma, su regla y su estilo de vida.
  • Dialogar con la familia y los amigos sobre el deseo de entrar en clausura, respetando su opinión, pero sin dejarse influir por presiones o miedos.

2Solicitar el ingreso

Carta escribir una carta sobre

Si después de un tiempo prudente de discernimiento se confirma el llamado a la vida contemplativa, el siguiente paso es solicitar el ingreso en el convento elegido. Para ello, se debe:

  • Escribir una carta al superior o superiora del convento, expresando el deseo de entrar en clausura, las razones que lo motivan y los datos personales básicos (nombre, edad, estado civil, estudios, profesión, etc.).
  • Adjuntar una copia del certificado de bautismo, confirmación y, si se ha recibido, matrimonio o viudedad.
  • Esperar la respuesta del convento, que puede ser positiva, negativa o condicionada a algún requisito (por ejemplo: terminar los estudios, saldar las deudas, resolver alguna situación familiar, etc).
  • Si la respuesta es positiva, concertar una entrevista personal con el superior o superiora del convento para conocerse mejor y acordar la fecha de ingreso.

3Iniciar el proceso formativo

shutterstock_1928330042.jpg

Una vez ingresada en el convento, la chica comienza un proceso formativo que dura varios años y que tiene como objetivo prepararla para la profesión religiosa definitiva. Este proceso consta de varias etapas:

  • El postulantado: el primer contacto con la vida monástica. Dura entre seis meses y un año. La postulante participa en las actividades del convento (oración, trabajo, recreación) y recibe formación humana y espiritual. Viste de civil o con un hábito sencillo.
  • El noviciado: el tiempo de iniciación a la vida religiosa. Dura dos años. La novicia recibe el hábito y un nombre religioso. Profundiza en el carisma, la regla y la historia de la orden. Estudia las ciencias sagradas (teología, liturgia, moral, entre otras). Hace los votos temporales de pobreza, castidad y obediencia por un año, renovables hasta un máximo de seis.
  • El juniorado: este es el período de consolidación de la vocación. Dura entre tres y cinco años. La juniora renueva los votos temporales cada año. Continúa su formación intelectual y espiritual. Se integra plenamente en la comunidad monástica.
  • La profesión solemne: Es el compromiso definitivo con Dios y con la orden. La juniora hace los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia ante el obispo o el superior mayor. Recibe el anillo nupcial como signo de su alianza con Cristo y se convierte en monja de clausura de por vida.

4Vivir la vida contemplativa

Monja-de-Daimiel.jpg

La vida contemplativa es un camino de santidad que exige fidelidad, entrega y amor. Las monjas de clausura viven según estos principios:

  • Oración: centro y el fin de la vida contemplativa. Las monjas dedican varias horas al día a la oración personal y comunitaria, especialmente a la liturgia de las horas y a la adoración eucarística. También rezan por las necesidades de la Iglesia y del mundo.
  • Silencio: el medio para favorecer el encuentro con Dios y consigo misma. Las monjas guardan silencio la mayor parte del día, excepto en los momentos de recreación o de trabajo en común. Evitan el ruido, la distracción y la curiosidad.
  • Trabajo: una forma de colaborar con la creación y de sostener el convento. Las monjas realizan diversas labores manuales o intelectuales, según sus capacidades y las necesidades de la comunidad. Algunas venden sus productos artesanales al exterior.
  • Clausura: una renuncia voluntaria al mundo para dedicarse exclusivamente a Dios. Ellas no salen del convento salvo por motivos graves (enfermedad, visita al obispo, etc). Tampoco reciben visitas, salvo las de sus familiares cercanos o las de personas autorizadas por el superior. Se comunican con el exterior a través de una reja o un torno.
  • Comunidad: lugar donde se vive la caridad fraterna y se comparte la fe. Las monjas conviven con sus hermanas en un clima de respeto, confianza y alegría. Se ayudan mutuamente, se corrigen con cariño y se perdonan con humildad.

La vida contemplativa es un don de Dios para la Iglesia y para el mundo. Las monjas de clausura son un signo de esperanza y un testimonio de amor. Si sientes que Dios te llama a esta vocación, no tengas miedo de seguirlo. Él te dará la fuerza y la gracia que necesitas para ser feliz.

Tags:
conventovocacion
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.