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La idea surgió del Padre Ricardo. Trabaja en La Guaira. Atiende la parroquia y varias labores sociales de la zona.
La situación que atraviesa Venezuela ha dejado a muchas familias sin poder comer ni una sola vez al día.
Por eso, el Padre Ricardo pensó en algo sencillo para poder hacérselo llegar a los más necesitados: las arepas. Y, ¿qué son las arepas?. Pues es algo similar al pan. Un alimento típico del país hecho con harina de maíz precocida o maíz seco y con forma redondeada.
Repartidor en bicicleta
Había que repartirlas, llevarlas a muchas personas que no viven precisamente cerca. El padre Ricardo lo hace en bici.
Como él mismo explica, “hago más de 64 km para llevarlas. Cojo la bici a las 7 de la mañana y las reparto hasta las 12 del mediodía”.
Las lleva a otras parroquias, comedores y lugares donde realizan labores sociales con las personas más vulnerables. “A veces me ayudan los seminaristas, reparten conmigo este alimento que en muchos casos es lo único que comen al día”.
Estudiantes voluntarios
El proyecto tuvo tan buena acogida que la idea llegó también al colegio de Venposta. A la clase de quinto de primaria.
Su profesora tuvo la idea de llevar a sus alumnos a repartir esas arepas. Como nos cuenta “era un proyecto social, salir a ayudar”.
“Comenzamos a repartir las arepas y los que las recibían las besaban antes de comerlas. Recorrimos las calles, el bulevar, se las dimos a la gente que trabajaba a pleno sol y sus caras lo decían todo.”
“Los niños se quedaron impactados con lo que vieron. Se convirtieron en fotógrafos, periodistas… contaban emocionados lo que estaban viviendo. Quieren volver a hacerlo.”
La profesora cuenta cómo incluso ella, ya sin los alumnos que son menores, llegó a la cárcel y entregó esas arepas a los presos que carecen de lo mínimo.
Otros proyectos
Este es sólo uno de los proyectos que lleva a cabo la Fundación ENPADE en Venezuela. También trabajan en otros países como Perú, donde construyen viviendas, conductos de agua potable, guarderías o financian medicinas para centros sanitarios que están vacios.
En Colombia se dedican a recuperar niños que vagan por las calles de Bogotá y trabajan para la igualdad de formación entre hombres y mujeres.
En el Congo ayudan a enfermos de siday ayudan en el hospital de Kimshasa en Monkole, el único que atiende a personas sin recursos.
Una labor que se extiende a países como Afganistán y Kosovo.
Origen de ENPADE
Esta fundación nació hace ya 34 años. A raíz de un viaje de Luis Eduardo Sarmiento a Perú. Al llegar a España le comentó a su mujer que “tenían que complicarse la vida para seguir ayudando a otras personas”.
Ella apoyó la labor de su marido y comenzaron a trabajar y viajar a países como América, Europa o África. Desde entonces, y gracias a la solidaridad de muchos, siguen trabajando por el mundo para ayudar a los más desfavorecidos.
Ayuda a Venezuela
La ayuda a Venezuela comenzó hace pocos años. Como cuenta Cristina Gómez, amiga de la Fundación Enpade, “hace años murió mi madre y fue entonces cuando hice el primer envío a Venezuela con todo su material sanitario. Desde entonces, gracias a la ayuda de mucha gente, he ido enviando muchas toneladas de alimentos, ropa y material sanitario.”