“Les invito a todos, junto a AIN, a hacer en cada lugar de todo el mundo una obra de misericordia”
Papa Francisco
Los conocía de oídas, AIN (o ACN), Ayuda a la Iglesia Necesitada. El buen Dios ha querido que me acerque a ellos y los conociera mejor, de la manera que menos imaginas, para hoy decirte quiénes son y su extraordinaria labor en favor de la Iglesia.
“Gracias Señor por estas personas de AIN que hacen tanto bien”.
En su página web lees: “Fundada en 1947 como una organización católica de ayuda para refugiados de guerra y reconocida como una fundación pontificia desde 2011, AIN se dedica al servicio a los cristianos en todo el mundo“.
Así llegó a mí Ayuda a la Iglesia Necesitada
Un amigo sacerdote me escribió hace unos días desde Guayaquil, Ecuador.
“Tengo un compañero sacerdote que está en Alepo, la ciudad más poblada de Siria y va a pasar por Panamá. Sería estupendo que se conozcan”.
Le escribí a este sacerdote y me entero de que pertenece a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (Aid to the Church in Need – ACN).
Se escuchaba como una persona sencilla, humilde, un sacerdote entregado a salvar almas y ayudar a los que sufren.
Me pareció interesante entrevistarlo para que nos contara testimonios edificantes como misionero. Son fuertes y portadores de esperanza. Valía la pena publicarlo en Aleteia.
Una preciosa misión
Son testimonios muy fuertes que me dejaron de una pieza. He tenido que elegir algunos. ¡Debes leerlos!
En el panfleto que me obsequiaron me di cuenta de que en ACN viven de tus donaciones, y oraciones y con ellas ayudan en:
- La formación de sacerdotes.
- Construcción de Iglesias.
- Formación de laicos.
- Publicaciones religiosas.
- Ayudas de emergencia.
- Medios católicos de comunicación.
Pero fundamentalmente fomentan la oración por todos aquellos que sufren a causa de su fe y por los misioneros del mundo entero.
¿Rezas por los misioneros?
El domingo por la tarde llegaron a mi casa el padre Hugo Fabián Alaniz, argentino, misionero en los países árabes (Egipto, Jordania y Siria) y María Inés Espinosa, directora ejecutiva de una de sus divisiones llamada ACN Global Office.
Nos tomamos una foto para recordar tan grato encuentro y pasamos a conversar.
El padre Hugo con sus relatos me hizo reflexionar en lo poco que he rezado por los misioneros. ¿Te pasa igual?
Amable lector, ¿rezas por los misioneros que llevan el Evangelio y arriesgan sus vidas llevando la buena nueva de Jesús?
Me prometí incluir a los misioneros en mis oraciones.
Oración por los misioneros:
Protege, Señor, a tus misioneros, sacerdotes, religiosos, religiosas y
laicos, que dejan todo para dar testimonio de tu palabra y de tu amor.
En los momentos difíciles, sostenlos, consuela sus corazones, y corona
su trabajo de frutos espirituales. Y que tu imagen del crucifijo que
les acompaña siempre, hable a ellos de heroísmo, de generosidad, de
amor y de paz.
Amén
La patrona de las misiones
Las historias del padre Hugo trajeron a mi mente a Teresita de Lisieux, una santa que soñaba con ser misionera. ¿Sabías que es la patrona de las misiones? Es curioso porque nunca salió de su convento.
Ella escribió en su libro autobiográfico Historia de un Alma (que te recomiendo leer) estas bellas palabras:
“Tengo la vocación de apóstol…Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre, y plantar sobre el suelo infiel tu cruz gloriosa. Pero, ¡oh, Amado mío!, una sola misión no me bastaría.
Desearía anunciar al mismo tiempo el Evangelio en las cinco partes del mundo, y hasta en las islas más remotas…
Quisiera ser misionero, no solo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y seguir siéndolo hasta la consumación de los siglos…
Pero desearía, sobre todo, ¡oh, amadísimo Salvador mío! derramar por ti hasta la última gota de mi sangre…”.
Murió a los 24 años y el papa Pío XI escribió el decreto proclamándola: “Patrona especial de los misioneros y de las misiones”.
Gratitud y compromiso
Cuando se marchaban el padre Hugo bendijo mi casa, sacó un decenario y nos lo obsequió a Vida, mi esposa y a mí.
Me encantan los decenarios, son muy prácticos. Se pueden usar para rezar un misterio del Santo Rosario. Nos explicó:
“Son hechos a mano por mujeres artesanas de Alepo. Cuando una persona no tiene medios de colaborar con AIN le doy este decenario para que colabore de una manera más eficaz, rezando por nosotros y los misioneros. Sus oraciones nos sostienen”.
Fueron tan fascinantes las historias que ambos nos obsequiaron, testimonios muy fuertes y de esperanza, que decidí dividir la entrevista en esta introducción y dos artículos adicionales.
En unos días podrás leer un artículo exclusivo para recoger las palabras de María Inés Espinosa y otro para los testimonios del buen padre Hugo que son muy impactantes.
Te pido que no te las pierdas, te van a impresionar.
Créeme, son vivencias muy fuertes de católicos perseguidos en diferentes países del mundo. ¡Algo inimaginable!
Nos vemos pronto con la entrevista a María Inés Espinosa y del padre Hugo. Mientras, te podría interesar esta bella historia de una niña misionera.
¿Te gustaría colaborar con ACN? Hay dos formas:
- Tus oraciones.
- Tus donaciones.
Entra en su página
www.acn-global. org
O comunícate con ellos y hazte benefactor.
¡Dios te bendiga!