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El Padre Pío era un santo enamorado de Dios que vivió grandes sufrimientos. Para poder soportarlos -en lugar de escapar o buscar compensaciones- rezaba con palabras que hoy pueden ser también tu oración si lo estás pasando mal:
Señor Dios de mi corazón,
solo Tú conoces y ves todas mis angustias.
Sólo Tú sabes que todo mi sufrimiento
nace de mi miedo a perderte, a ofenderte,
de mi miedo a no amarte
tanto como el amor mismo.
Aunque todo lo que sucede en este presente
sabemos que es para mayor gloria
y para mi salvación futura.
Entonces no tendría que temer permanecer en este estado,
y que así sea.
No quiero huir de este sufrimiento.
Dame la fuerza para luchar
y así obtener el premio
otorgado a las almas fuertes.
Por san Pío de Pietrelcina
Fuente: San Padre Pio: Preghiere Potenti, Citazioni e Proverbi, Hna. Giuletta Jennifer