-Es difícil no alegrarse al ver la foto de su hijo Julek, y más difícil aún no emocionarse al ver cómo intenta caminar. Se suponía que nunca iba a tocar el suelo, y ese fue uno de los diagnósticos más leves al comienzo de su vida … En cambio, ya tiene seis años.
Julek estuvo condenado a morir desde el principio de su vida. Decir que las estadísticas que nos presentaron en el hospital no eran optimistas sería un gran eufemismo. Eran trágicas. Había un 0,5 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Hoy pueden ver cómo intervino Dios y cuánto conseguimos trabajar junto a Julek. En cuanto a sus limitadas posibilidades, hoy funciona de maravilla.
Un embarazo contra todo pronóstico
–Estaban en juego cinco sentencias de muerte sobre Julek, y por otro lado el poder de la Novena pompeyana… ¿Por qué esta novena?
Anteriormente esta novena funcionó en mi vida. Oré por la salud de un familiar que tenía cáncer. Parecía entonces que había sido sentenciado. Hoy está vivo. Cuando un hombre no tiene herramientas, literalmente ninguna, dejando de lado la religiosidad, debe encontrar una manera de controlar mentalmente sus emociones. Fue muy difícil en nuestra situación.
Después de la boda, esperamos mucho tiempo al bebé y pasaron los siguientes meses. Un estudio incluso demostró que no tendríamos hijos. Después de eso, hubo un embarazo y una gran expectativa de un bebé. ¡Es una gran alegría! Y luego, de repente, el mundo pierde su forma. No puedo imaginar nada más espantoso que simplemente pensar en un escenario en el que mi hijo pudiera morir.
Continuó durante meses. Debo reconocer que en esos primeros días, cuando escuché un par de veces que íbamos a decir adiós al niño, perdí la esperanza y revisé cómo organizar un funeral para él.
La novena dio esperanza, aunque durante esos días sucedieron muchas cosas difíciles.
Entonces aprendí una cosa: que sean lo terribles que sean las cosas, no puedes rendirte. Aunque más de una vez me pareció que era una oración contra la pared, a cualquiera, que fue mi invento, que diseñé una Madre de Dios que me ayudaría. Sin embargo, resultó que la realidad era completamente diferente, que Dios podía intervenir. Se dio a conocer. No tengo dudas al respecto.