«Mi casa siempre va a ser la selección, Nacional (Uruguay) y el Barcelona (España) por el cariño que he recibido», había declarado el jugador uruguayo Luis Suárez el pasado 7 de julio en una entrevista con el periodista argentino Mariano Closs para la cadena ESPN.
Durante ese diálogo se dio un hecho particular, el dolor de Suárez por la ausencia de un llamado desde Uruguay luego que se cayera la posibilidad de jugar en el equipo argentino River Plate. «El jugador necesita cariño», esbozó.
Sin embargo, lo que nadie se imaginaba en ese momento era que aquellas declaraciones se empezarían a transformar en el inicio de una transferencia histórica y revolucionaria para el fútbol uruguayo.
La humildad del presidente de Nacional
Las palabras de Suárez, sobre la ausencia de un llamado desde Uruguay, generaron sorpresa en elClub Nacional de Football de Montevideo, equipo que lo vio nacer. Es que Suárez es considerado un jugador de «élite» y más allá del amor de su club, su llegada antes del Mundial de Qatar era hasta ese momento impensada.
No obstante, lejos de una actitud soberbia o «despecho» ante los dichos y lo que parecía una propuesta ilusoria, el presidente de la institución, José Fuentes, empezó a contactarse con el jugador.
En medio de silencios y esperas una decisión clave: un viaje a España –y sin aviso- para hablar de primera mano con Suárez luego de algunas señales positivas y el revuelo que empezaba a generar entre los torcedores de Nacional esa posibilidad.
«Si existe una chance haré lo imposible para que venga. Estamos dispuestos a darle todo el cariño que se merece y tratarlo como lo que es, un ídolo del fútbol. Las puertas de Nacional están súper abiertas, simplemente nos tiene que decir qué necesita. Nosotros estamos encantados de que él pueda venir», había expresado en lo previo, con la radio local Sport, Fuentes.
El viaje de Fuentes a España se dio en medio de la mudanza de Suárez a Barcelona y, en esa situación, fue que pudo hablar. Horas más tarde, en declaraciones a Telemundo, Fuentes expresó: «Me voy más contento de lo que vine», además de anticipar que había disponibilidad de un regreso y que hasta su familia ya había ofrecido el apoyo a la decisión de volver a Uruguay.