Hace unos días, Rafa Nadal ganó otra vez Roland Garros y todos, absolutamente todos los aficionados al tenis, y los que no lo somos, nos emocionamos y lo celebramos. Es muy bueno que lo hagamos, porque las imágenes en las que hemos visto a Nadal levantando la copa se han grabado en el disco duro del corazón y en la retina del alma de un número incontable de seres humanos.
Además, podemos asegurar que ese instante será el motor que consiga arrancar a un adolescente de las garras del sofá, de los tentáculos de las pantallas y motivarle frente a la pereza. Y así, en las tardes de invierno con frío, lluvia, y muy pocas ganas para ir a entrenar, pensar en Nadal será el perfecto trampolín que le haga saltar del sofá a su cancha de tenis, a su pabellón de baloncesto o a su barra de ballet.
En una entrevista realizada a una deportista de élite cuando vio truncada su carrera por un accidente, ésta comentó que es importante tener referentes que nos inspiren y que nos infundan valor.
Y nuestros hijos… ¿conocen a los campeones que ya han levantado la copa de la Casa Celestial? ¿No necesitan también que les mostremos a los ganadores, que celebremos con ellos la victoria? ¿Acaso no necesitan aprender cómo corrigieron sus defectos, imitar de qué forma solucionaron sus contrariedades, para que les inspiren valor en momentos esenciales de sus vidas?
Muy pronto será el Día de todos los santos: tendremos la oportunidad de celebrarlo y de presentarles a nuestros campeones. Seguramente nos acordemos de aquel tío abuelo tan bueno. Podemos aprovechar la ocasión para hablar de él y de los santos que proclamados por la Iglesia.
Desde aquí queremos animaros a que, cumpliendo con las necesidades del guión que nos marca la COVID-19, celebremos esta fiesta como se merece: en casa, pero a lo grande. Y, siendo como soy madre de una familia XXL, ya te puedes imaginar que no te voy a sugerir proyectos complicados, con decoraciones imposibles y recetas del “Cordon bleu”. Te propongo unas sencillas recomendaciones, ideas realistas, baratas y aprovechar muchas cosas que seguramente ya tienes en casa.
Desfile de disfraces
Se está convirtiendo en un clásico de la llamada fiesta de Holywins. Este año, además de los niños, pueden animarse también los padres. Con los disfraces no hace falta complicarse demasiado y, en muchos casos, con un pequeño cambio a los que ya tenemos será suficiente.
Santa Elena se puede lograr al complementar el traje de Caperucita con una cruz de cartón. San Nicolás puede llevar simplemente unos tirantes rojos, un pantalón vaquero, un polo blanco y el icónico gorro del santo.
Santa Margarita de Escocia puede resolverse con una corona, nuestra bufanda favorita a modo de banda y con un libro en la mano. Un vestido largo floreado que tanto nos ha acompañado este verano y con un pañuelo para cubrir el pelo servirá para ser Santa Bernadette.
San Miguel no puede ser más fácil: un escudo, un casco, una gran espada… sólo falta completarlo con unas alas que seguramente tengamos de un angelito de Navidad.
Este año, quiero también una Santa Mónica y un San Agustín, al que imagino con el pelo revuelto, alguna mancha de betún en la cara, y un tirachinas en el bolsillo del pantalón. Un poco de goma eva en forma de puerta y un letrero que diga “El santo de la puerta de al lado” nos da otra alternativa. Y, para el que no tiene nunca ganas de disfrazarse, su disfraz favorito será sin duda el de “Santo de lo ordinario”.
En esta galería fotográfica encontrarás más ideas. Eso sí, estas son un poco más elaboradas.
Sería bueno a la hora de valorar el desfile que el jurado preguntara a cada participante sobre el santo que ha elegido para disfrazarse. ¿Qué es lo que más admira de aquella persona?
Una merienda
La creatividad y el conocimiento compartido en Internet puede ayudarnos mucho a preparar una merienda diferente con la que honrar a los santos.
Y es que, unas sencillas etiquetas pueden ayudaros a dar un toque de “santidad” a productos que encontrarás fácilmente en el supermercado y nos servirán de excusa para dar a conocer a otros muchos campeones de nuestra fe y aprender sus historias.
- Agua de San Juan Bautista: Una jarra con agua fría o unas botellas de agua mineral para homenajear al que utilizó este elemento para bautizar al Señor.
- El guacamole de San Juan Diego Los nachos con guacamole también pueden estar en esta fiesta, en este caso, para rendir tributo a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indígena que presenció la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531.
- Los peces de San Pedro:Las galletitas saladas en forma de pez es ya uno de los clásicos más clásicos de la fiesta de Holywins. Peces que nos permitirán explicar quién fue San Pedro, el pescador de hombres.
- Las trompetas de San Gabriel: Los snacks “3D” en forma de cono sirven para acordarse del arcángel.
- Las M&M: Estas bolitas de chocolate de distintos colores son también muy empleadas para dar a conocer la maravillosa historia de las santas Marta y María, hermanas de Lázaro y, por lo tanto, amigas de Jesús.
- Las teclas de Santa Cecilia: Podemos rendir tributo a la patrona de la música, preparando un “piano comestible” en una bandeja alargada con galletas de barquillo y encima, a cierta distancia, unas onzas de chocolate.
- Coronas de santos: Cualquier galleta redonda puede servir para representar la aureola celestial con la que se corona tradicionalmente a los santos.
- La tonsura de San Benito: El círculo rasurado que llevan algunos clérigos en la coronilla como aquellos que forman parte de la orden de san Benito puede representarse también con roscos de chocolate negro.
- La pequeña flor de Santa Teresita: Unas rosas dulces pueden lograrse simplemente utilizando un pincho y un gominola redonda y roja. Un idea sencilla para representar a la querida santa de Lisieux y hablar de su bondad y amor a Jesús.
- Los huevos de Santa Clara: Es una tradición que la novia, días antes de su boda, acude al convento de las hermanas clarisas más cercano a su casa para pedirles oraciones que intercedan para que el sol luzca el día del enlace. Por eso, se habla de los huevos de santa Clara que, en este caso, fueron preparados rellenos de atún y mahonesa. Cualquier preparación que guste a los niños es buena
- El sagrado corazón de Jesús más dulce se consigue con unas gominolas en forma de corazón.
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