Alguno dirá que dan miedo. Pero para otros, verlos venir es un alivio. Hombres de camperas de cuero, jeans y tatuajes. Villanos con barba, tal como se autodefinen. Los Villanos con barba de Argentina son la filial local de una hermandad internacional que promueve, además de la barba, la caridad, la familia, el respeto y la lealtad.
Nacidos en Estados Unidos en 2014, en la Argentina son más de 70. Todos con barbas de más de cuatro centímetros, como marca la norma. Algunos más veteranos, otros más jóvenes. Entre sus miembros, uno con síndrome de Down. Es que estos villanos no excluyen a nadie; todo lo contrario. Todos con perfiles de Instagram en los que por igual lucen sus fotos más “rudas” con las de sus hijos y seres queridos y distintas adhesiones a jornadas de concientización y solidaridad.
Todos solícitos a vivir su hermandad ayudando a los que lo necesitan. Los Bearded Villains recorren la noche porteña asistiendo familias sin techo, acercándoles comida, abrigo, y también un rato de conversación y compañía. Son salidas son semanales y en grupos que rotan integrantes. Es que todos trabajan, en las profesiones más variadas. Tatuadores, estudiantes, docentes, choferes, guionistas… Además de las salidas, para las que se organizan para buscar las donaciones y repartir, apadrinan comedores, entregan juguetes en hospitales durante los días festivos, entre otras actividades altruistas.
Esto es lo que hacen (Galería)
En las zonas que frecuentan, los más necesitados los conocen. Recientemente, hasta hubo niños que les regalaron dibujos al verlos, como todas las semanas, llegar con su solidaridad. Y estos días, hasta extendieron su espíritu solidario más allá de la frontera de Buenos Aires, ya que uno de sus miembros visitó la provincia de Chubut, en cuya meseta repartió abrigo y comida acompañando las necesidades de las familias de las zonas rurales, canalizando la ayuda reunida por la hermandad.