“Soy un guerrero bendecido por Dios sin fecha de vencimiento”. Son palabras del propio Frank (Franchy) Prats, pronunciadas en 2017. El que fue seleccionador nacional de baloncesto de República Dominicana durante más de 10 años muestra una fortaleza envidiable por cómo enfrenta el cáncer de colon.
Le diagnosticaron la enfermedad a su regreso del Maxibaloncesto (torneo para exjugadores) en Italia hace dos años y desde entonces sus apariciones son intermitentes. Pero cuando las sesiones de quimioterapia se lo permiten, Franchy no deja de acudir a los medios de comunicación para agradecer la atención que recibe en el Hospital Plaza de la Salud y las cadenas de oraciones que se multiplican.
La carga espiritual y la sonrisa no han desaparecido del rostro de Franchy en ningún momento.
Representó a su país en 6 torneos Centrobasket, dos Juegos Centroamericanos y del Caribe, dos Juegos Panamericanos y un Mundial. Formó parte del equipo que conquistó la medalla de Oro en Centrobasket en el año 1977 en Panamá. Su fama como deportista no ha bajado ni un milímetro, pero sin duda a ello se une la bondad del personaje, que siempre se ha hecho querer.
El pasado 23 de febrero se le rindió tributo en el famoso Club Mauricio Báez y las muestras de afecto no se hicieron esperar. El Juego del Recuerdo estuvo dedicado a él, como ejemplo entre las Glorias del Baloncesto dominicano. Soterio Ramírez, actual viceministro de Deporte y ex jugador de baloncesto, publicó en su cuenta de Twitter esta nota afectuosa:
Un encuentro entre amigos nos reunimos a dar un reconocimiento a un extraordinario ser humano @Franchy13 Díos siga guiando tu caminó con abundancia de salud amor y prosperidad cuántos recuerdos vividos con esto grandes atletas pic.twitter.com/eohwgxMhle
— Soterio Ramírez (@SoterioRamrez) February 25, 2019
“Doctora, en sus manos y en las de Cristo”
“Nunca he bajado la cabeza, soy un guerrero y seguiré luchando, cuento con el apoyo de mi familia y las oraciones de ustedes”, dijo Franchy Prats en agradecimiento por el homenaje.
La fe ha sido un gran apoyo para este deportista, considerado ciudadano ejemplar y querido por todos. “Yo nunca dije por qué a mí”, confesó en televisión a la periodista Alicia Ortega el año pasado. “Va a ser el pleito más difícil que yo voy a estar echando”.
“Doy mucho crédito al apoyo de la familia“, prosiguió Frank Prats, quien también manifiesta una gran confianza en lo que Dios vaya disponiendo. Cuando iban a operarle de urgencia, recuerda que le dijo a la cirujana: “Doctora, en sus manos y en las de Cristo”. Y así sigue hoy, ilusionado con ver crecer a su nieto, con seguir los encuentros de baloncesto y contar con el cariño de miles de personas que le quieren desde que él comenzó a rodar por la pista.
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