Argentina pierde 3-0 contra Croacia. El ambiente está caldeado. La afición argentina está “tocada”, muy tocada. Todo el mundo comenta lo ocurrido se envían memes, comentarios y audios. Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid y eterno “futuro seleccionador argentino” le envía un mensaje a su segundo y gran amigo German, el “Mono Burgos”. Era un mensaje privado pero alguien lo “filtró”. Poco a poco se convirtió en viral: Un terremoto deportivo para Argentina.
En él habla del partido, de los dirigentes, del seleccionador, del portero, de la preparación… y Simeone le hace una pregunta final demoledora a German Burgos: ”Messi es muy bueno, pero es muy bueno porque está acompañado de extraordinarios futbolistas. Si tenés que elegir entre Messi y Ronaldo para un equipo normal, ¿a quién elegirías?”. ¡¡¡¡Boooommm!!!! El terremoto ha comenzado.
Messi o Cristiano. Cristiano o Messi. ¿Quién es mejor? Las grandes estrellas de los dos grandes enemigos: Real Madrid y Barcelona. Los dominadores mundiales. Los ganadores de cinco balones de oro. Uno es fuerza y trabajo, el otro calidad y desborde. Uno portugués, el otro argentino.
Las comparaciones son normales y lógicas. Pero no sólo en el fútbol, sino en todos los niveles. ¿A quién no le ha pasado? ¿Quién no ha sentido el peso de la comparación? La comparación con un hermano, con un amigo, con un compañero de trabajo…
¿Le habrá afectado a Messi el que Cristiano Ronaldo marcara tres goles en su primer partido del Mundial? ¿Le afectará a Cristiano la continua comparación y que en su último partido la gente coreara gritos de Messi, Messi? Quizá, seguramente…
Os mostramos cinco consejos que quizá ya conozcan Messi, Cristiano (gracias a sus preparadores psicólogicos) y que nos servirán al resto de los “mortales” para crecer personalmente sin compararnos con los demás:
1.Potencia tu autoestima
2.Identifica tus comportamientos comparativos
3.Concéntrate en lo que tienes
4.Entiende que tú tienes el control de tu vida
5.Entiende el proceso para cambiar tus comportamientos y pensamientos
Aquí os ampliamos estos cinco consejos:
Te puede interesar:
La comparación: ¿qué tiene de malo?
