Con cierta frecuencia, recibimos preguntas de lectores que quieren saber más sobre el exorcismo y sobre la información que un exorcista logra obtener del diablo durante esos rituales.
Entre las preguntas, veo una muy específica:
¿”Cuál es el pecado predilecto del diablo”?
Esta misma pregunta se la hicieron al sacerdote Juan José Gallego, sacerdote dominicano que ejerce su ministerio como exorcista en Barcelona.
En una entrevista al diario español El Mundo en agosto de 2015, el sacerdote respondió que el pecado que más le gusta al demonio es la soberbia.
La respuesta puede parecer sorprendente para muchos, pero hace mucho sentido.
La soberbia, al final, fue el pecado del propio Lucifer que, al haber sido creado por Dios como un ángel puro, se rebeló contra el Creador, se rehusó a obedecerlo y, con plena consciencia, con total libertad y de modo irreversible, escogió pasar toda la eternidad literalmente en el infierno.
La soberbia es, de hecho, el pecado que nos lleva a considerarnos más de lo que somos, alejándonos peligrosamente de la verdad sobre nosotros mismos. Al alejarnos de la verdad, nos alejamos de Dios, que es la Verdad.
A propósito, santa Teresa de Ávila solía decir, muy sabiamente, que la “humildad es andar en verdad”. ¿Revelador, no?