Llega el verano y con él las ganas de broncearse… mucho y rápido. Al fin y al cabo, pensamos, el enrojecimiento causado por la exposición excesiva al sol, es solo una irritación temporal y mañana ya estará mejor, pero no nos equivoquemos, son quemaduras que pueden tener consecuencias graves.
En este artículo no vamos a prohibir tomar el sol porque nadie duda que una piel tostada luce mejor y hace destacar los ojos y la ropa, y está bien sentirse guapo y saludable. Además, el sol es bueno para la salud, ya que aporta energía y vitamina D muy importante para la absorción del calcio (aunque con 15 minutos al día de sol ya obtenemos la cantidad diaria recomendada). La vida al aire libre, jugar en la playa, caminar por el campo es también totalmente beneficioso para nuestra vida.
Pero no podemos olvidar que el sol hoy en día es más peligroso que hace unos años. La capa de ozono tiene la función de filtrar los rayos de luz ultravioleta del sol, se ha reducido entre un 0,5 y un 1%, por lo que la cantidad de rayos ultravioletas que llegan a la tierra ha aumentado considerablemente y la piel es la barrera que nos protege de esas radiaciones que no son nada beneficiosas para nuestro cuerpo.
Según la campaña presentada hace unos días por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y el laboratorio farmacéutico Le Roche-Posay, cinco quemaduras antes de los 20 años aumentan el riesgo de melanoma en un 80%.
Por todas estas razones es importante seguir una serie de recomendaciones ofrecidas por la Academia Española de Dermatología y Vereología que no por haberlas oído ya muchas veces dejan de ser efectivas. Es importante tomárselas en serio e intentar seguirlas (sobre todo con los más pequeños)
- Huir de las horas más fuertes de sol. Es mejor tomar el sol hasta las 12 de la mañana y a partir de las 5 de la tarde… además es cuando hay menos gente en la playa y en la piscina y se disfruta mejor.
- No tomar nunca el sol sin protección solar alta. Incluso los días nublados. El tipo de protección dependerá del tipo de piel que tengamos, pero nunca menos de 30… en la actualidad hay unos protectores tipo bruma que hacen menos empalagoso el ponerse la crema
- Renovar la protección solar cada 2 ó 3 horas y aplicarla media hora antes de ir a la playa… también cada vez que salimos del agua
- Hay que ponerse protección solar incluso cuando ya estemos morenos… es un mito pensar que las radiaciones afectan menos cuando ya estamos morenos
- Además de la protección solar en crema, se recomiendan protecciones físicas… sombrilla, gorra, gafas de sol etc
- Los niños de menos de 6 meses no deben tomar el sol… ni siquiera con protección
- Es necesario proteger también la vista con unas gafas de sol homologadas filtros de calidad… unas gafas de sol de mala calidad pueden ser incluso más contraproducentes que ir sin ellas
Y para los más coquetos, en la actualidad hay una gran cantidad de productos de autobronceado que nos ayudan a tener el color deseado sin poner en peligro nuestra salud… y cada vez más van abandonando el típico tono anaranjado para conseguir resultados más naturales.
Con todos estos consejos, solo nos queda salir a disfrutar del sol, el campo y la playa, pero siempre con sentido común. Porque la salud está por encima de la belleza.