Lograr el Amor… ¿a qué amor nos referimos en definitiva?
Anne-Sixtine Perardel: ¡Buena pregunta! Se habla de Amor humano en mayúsculas en referencia al Amor que consigue responder a nuestras aspiraciones profundas de amar y ser amados, unas aspiraciones que tiene todo el mundo. Y este Amor se presenta de tres formas: el amor a uno mismo, el amor de una pareja, el amor de una familia. Proponemos unas claves concretas para estas tres formas de amor, pero nos centramos en particular en el amor de las parejas, semilla de las familias y primer lugar de construcción de cada uno.
Usted explica que el gran Amor no se encuentra, sino que se construye… ¿Podemos amar a quien sea?
Podemos enamorarnos de casi cualquiera pero, eso sí, enamorarse es “fácil”, no hay que hacer nada, somos sensibles al encanto de todo el mundo. Nuestros cuerpos reaccionan, las hormonas se despiertan, no todo es calculable. Pero en lo referente a amar, sin duda afirmamos que el gran Amor se construye porque exige sobre todo tomar una decisión (libre) que establece el compromiso. Por supuesto se empieza con el enamoramiento, luego, para que nuestras emociones y sentimientos se conviertan en un Amor, tenemos que tomar una decisión: consagrarnos a amar toda la vida a una sola persona. Así es posible el Gran Amor al que aspiramos… Y será tan grande como hayamos decidido hacerlo.
Entendido, se construye, pero ¿qué quiere decir eso exactamente?
Me gusta mucho esta noción de construcción porque con ella me doy cuenta de que soy un elemento activo en mi relación: elijo quién quiero ser, qué quiero para mi vida, para mi amor. Depende de mí. Yo construyo mi gran Amor, sería también otra forma de formular esta idea. Por supuesto no todo depende de mí, el Amor de una pareja se construye gracias a dos personas que se dedican la una a la otra al 100%.
Más en concreto, encontramos varias etapas en la construcción de un gran Amor. La primera es la construcción de uno mismo: convertirse en una persona adulta, madura y responsable, feliz y satisfecha, que sabe quién es y qué quiere. Esta es la base. Si no soy una persona sólida individualmente, ¿cómo puedo esperar construir una pareja estable?
El Amor, por principio, nunca está terminado o completo. Es un desafío de toda una vida que hay que levantar todos los días. Y esta es la etapa número dos: cuidar de la pareja diariamente. Es algo que exige un esfuerzo, un trabajo, algo que conlleva dificultades, trances, penas, pero también alegría, realización, resplandor, felicidad, satisfacción, aventura, reconocimiento…
El Amor es una realidad extremadamente rica, diversa, y es nuestra tarea el hacerlo cada vez más grande y más extraordinario.
¿Construimos un amor teniendo hijos, por ejemplo?
Más bien diría que primero: se construye el Amor si queremos tener hijos. Cuando llegan, son como un nuevo desafío para la pareja. El Amor toma una nueva dimensión, desencadena otra fecundidad. Se añade una nueva piedra para construir un Amor cada vez más grande. Una tercera etapa de construcción, si se quiere. Pero hay que comprender que esta no es la única fecundidad de una pareja, ya que lo contrario supondría afirmar que las parejas que no consiguen tener niños están incompletas.
El Amor de pareja sostiene y apoya a los hijos para que se conviertan en adultos, los niños son la encarnación de ese Amor y ayudan a los cónyuges a recordar su Amor. Podríamos hablar de un círculo virtuoso que comienza por la pareja, que va hacia los niños y que vuelve a la pareja para comenzar de nuevo… y crecer a cada paso.
¿Cuál es el objetivo de su sitio web “Réussir l’amour”? ¿Es que la gente no es lo suficiente madura como para cuidar de su vida amorosa por sí sola?
En Francia, una pareja de cada tres se ve afectada por el divorcio, una de cada dos en la región de la capital, Île-de-France. Se nos ocurrió que había que hacer algo al respecto, porque una ruptura o un divorcio es un fracaso del Amor. A menudo hemos destacado que sólo son necesarias unas cuantas claves, ciertos detalles en la manera de actuar, de comunicar, para que las parejas encuentren la paz y la alegría de estar juntos. Son unas herramientas que algunas parejas desconocen por completo.
No todo es innato en el amor. Hay cosas que se transmiten bien y otras que no tanto, y si nadie nos lo dice no podemos adivinarlas. Esta es precisamente una de las razones por las que realizo mi trabajo de asesora. Sin duda, con orientación se pueden aprender muchas cosas de los fracasos y los errores cometidos.
Pero creo que es claramente mejor prevenir que curar. La vida es ya bastante difícil, así que mejor disponer de los medios para evitar ciertos golpes. Y ese es nuestro objetivo: ofrecer esas claves, esas bases que son esenciales conocer para darle todas las oportunidades a cada Gran Amor para que exista y perdure. No se imagina la sed que tienen los jóvenes de conocer estas cosas. Nadie desea sufrir primero para aprender después, por lo general preferimos aprender para no tener que sufrir.
Leer artículos o escuchar a profesionales hablar del Amor contribuye a profundizar en nuestros conocimientos, aunque solo sea “por si acaso”. Y tampoco está de más replantearse ciertas cosas de vez en cuando. Este es quizás el punto débil de muchas parejas, creemos que lo sabemos todo, “que no necesitamos más información”, y cuando hay un problema resulta que no tenemos herramientas para afrontarlo.
Es más, el simple hecho de leer un artículo sobre una problemática que nos afecta nos hace tomar perspectiva y darnos cuenta de ciertas cosas que no encajan. Encontramos las palabras que nos ayudan a entender la realidad que vivimos. Así evitamos que las situaciones empeoren y aplicamos los medios necesarios para salir adelante.
Así que quiere que las personas “logren el Amor”… ¿Está proponiendo una especie de proyecto de sociedad?
¡Exactamente! Al ayudar a las parejas a que se amen mejor, a gestionar sus conflictos, las ayudamos a transformar su hogar familiar en un hogar de Amor profundo y fértil. La familia es la base de nuestra sociedad. Si cuidamos de ella, si la ayudamos a avanzar, construimos a la vez la sociedad y el futuro.
¿Qué cambiaría, de ser así?
Concretamente, permitiría detener el bucle en el que se encuentran muchas personas que han perdido la esperanza en el Amor, ya que les devolvería la fe en que el Amor y la felicidad son posibles, que la fidelidad es posible. No es un sueño ni una especie de ideal imposible de conseguir; se trata de una realidad que depende de nuestro compromiso.
Yo misma percibo esta desesperación en los jóvenes que conozco cuando trabajo con colegios: todos sueñan con ser felices en el Amor, pero parten de un principio que es ilusorio: que siempre ocurrirá algo malo y que la fidelidad es imposible… que el amor es demasiado hermoso para ser verdadero. Y se refugian en relaciones amorosas efímeras que alimentan ese bucle que desbarata la personalidad en vez de construirla.
Observe un hecho: Cuando todo va bien con nuestros amores (amistad/familia/pareja…), nos sentimos bien, motivados, buscamos la autosuperación, avanzamos, tenemos más fuerzas para una vida cotidiana que no es siempre fácil. ¡Está en juego la felicidad de cada uno! De hecho, es algo que lo cambia todo. Nosotros ofrecemos herramientas fundamentales para ser feliz y es algo que concierne a todo el mundo.