El Papa ha dicho sin medias palabras que es suficiente tener un hijo o perder el trabajo para que la pobreza toque a la puerta de las personas. “El dios dinero está gobernando, la cultura del descarte avanza” y también “descarta ancianos y jóvenes”.
Donde no hay trabajo, no hay dignidad.
— Papa Francisco (@Pontifex_es)
junio 11, 2015
En mayo de 2015 Francisco tronó contra una economía que obliga a muchas mujeres a “un trabajo indigno” y mal pagado. En una audiencia general, el 29 de abril de ese año, afirmó que “como cristianos, tenemos que ser más exigentes…” e invitó a promover más decididamente la igualdad salarial hombre-mujer. “¡La disparidad es un puro escándalo!”, confirmó.
También advirtió de la extensión de la precariedad laboral, el trabajo irregular (en negro, sin contrato) y “el chantaje mafioso” que se hace a los jóvenes. “La falta de trabajo quita dignidad, impide la plenitud de la vida humana y exige una respuesta inmediata y vigorosa”.
El Papa de la Alegría del Evangelio también ha dado claves para enfrentar con esperanza la precarización del trabajo y el empobrecimiento.
Por ello, ha invitado a las asociaciones de los trabajadores cristianos a perseguir “un sueño que vuele alto” para que el trabajo “libre, creativo, participativo y solidario” termine con el menosprecio de la dignidad de las personas.
A continuación, presentamos tres claves del trabajo digno según el Papa Francisco ante el mundo globalizado.
1. Trabajo libre
El Papa ha pedido a los trabajadores cristianos que busquen la verdadera libertad del trabajo para que el mundo encuentre su fin.
En este sentido, Francisco ha condenado las opresiones que subsisten en diferentes niveles: “de un hombre hacia otro” y “de nuevas organizaciones esclavistas que oprimen a los más pobres”, en particular “muchos niños y muchas mujeres se someten a una economía que obliga a un trabajo indigno”.
Así, ha pedido hacer que el trabajo no sea instrumento de alienación, sino de esperanza y de vida nueva.